Arsenal madrugó a Unión con un cabezazo de Gastón Esmerado y construyó una victoria memorable en lo que fue su mejor actuación del Clausura y quizá una de las más destacadas de su primera experiencia en la categoría suprema del fútbol argentino.

El equipo del Viaducto salió desde los primeros minutos decidido a manejar la pelota y a jugar en el terreno del local. El planteo de Burruchaga sorprendió al tatengue, que pensaba que la visita se iba a refugiar en su campo cediédole el manejo de la pelota. Pero el desarrollo fue otro y el Arse contó con el invalorable aporte de sus volantes externos (Alvarez y Andrizzi, un poco desdibujados en partidos anteriores) , sumado al habitual quite y distribución del Gato Esmerado y a la conducción sin intermitencias de Javier Morales. Esa perfecta sincronizacón del mediocampo se veía acompañada por un sobrio trabajo defensivo y por dos delanteros que desgastaron permanentemente a la última línea de Unión.

Ya en desventaja desde los ‘5 el local intentó apretar contra el arco de Limia y tuvo un par de ocasiones propicias para empatar, pero Arsenal estaba al acecho para meter la estocada ideal. Y así fue, casi sobre el final del período derribaron duramente al Nene Morales muy cerca del área tatengue y la exquisita pegada de Darío Espínola se hizo presente en primera. Con el 2 a 0 a su favor el Arse se fue muy tranquilo a los vestuarios y dejó a todo Unión con una preocupación mayúscula.

Como se preveía, en la segunda etapa J.J. López incluyó a un delentero (Perezlindo) por un defensor (Wernly) para acorralar a Arsenal contra su valla. Pero jamás encontró la llave para llegar hasta Limia.

Los de Sarandí mantuvieron el orden y la prolijidad y a los ‘4 Manduca le tapó un tiro bajo a Romero, el mismo jugador que siete minutos más tarde coronó una excelente jugada colectiva entre Alvarez, Morales y el Pulpo González para definir el encuentro poniendo el marcador en 3 a 0.

De ahí hasta el final la postura de ambos equipos no varió. Arsenal siguió ordenado y conservando la pelota a la espera de alguna otra ocasión para convertir, y Unión con otros dos cambios ofensivos dentro de la cancha siguió con el vértigo y la falta de ideas que lo acompaño durante toda la tarde.

El Arse dejó huellas en Santa Fé, dió un paso de primera y dejo al Tate muy complicado cerquita del fondo de la tabla de los descensos.