Por Nicolás Falanga.

Cinco años atrás un pequeño equipo de Argentina comenzó a mezclarse entre los grandes. Esa heroica arremetida de Martín Andrizzi consagró lo que con esfuerzo y pasión el plantel había construido, partido a partido, durante toda esa Copa Sudamericana 2007.

Haciendo posible lo que parecía inalcanzable, Arsenal avanzó hasta esa final siendo siempre el supuesto débil de cada una de las rondas. De la mano de Alfaro se vencieron todos los pronósticos dejando en el camino a San Lorenzo, Goias, Chivas, River Plate y finalmente el América.

Ese 5 de diciembre Arsenal comenzó a sentirse grande y aunque esa noche todos pensamos que estar viviendo el punto máximo de nuestra historia, sólo fue el de partida. Apenas cinco años más tarde nos encontramos con otros tres títulos en nuestro haber, algo impensado pero totalmente merecido.

Muchas gracias a todos los que lo hicieron posible, porque detrás de ese grito de Andrizzi hubo 50 años de esfuerzo para que esa noche sea real, y gracias a los que creyeron que se podía volar más alto hoy seguimos rompiendo pronósticos. Gracias Arsenal.