Todo Rosario se preparó para la fiesta. Newell´s por fin había logrado pasar a Banfield y ahora dependía de sí mismo. Hoy, jugando de local, debía ganar para mantener la diferencia. El recibimiento de la gente marcaba la importancia del partido.

Enfrente estaba Arsenal, un equipo que parecía no traer demasiadas complicaciones para el candidato a campeón. Pero, como nosotros ya sabemos,  Arsenal se acomoda muy bien ante estas responsabilidades. Como ejemplo más reciente tenemos a Lanús que lo sufrió en el anterior torneo.

De entrada, Newell´s se dio cuenta que este partido estaba lejos de ser un trámite. Burruchaga paró un equipo muy ordenado, que jugó un muy buen partido a pesar de sufrir dos bajas importantes como la de Matellán y Álvarez.

Un partido que plateaba un desafío aparte: aguantar el juego aéreo que plantean los rosarinos. La altura del plantel del Sensini era notoria al ver a los once dentro de la cancha, pero Arsenal lo superó muy bien y no sufrió grandes sobresaltos por esa vía.

La fecha anterior al Viaducto  le tocó paredecer la goleada ante Lanús, pero esta vez Arsenal pudo disfrutar de una contundencia parecida. Las pocas situaciones de gol que generó las aprovechó al máximo y logró ponerse dos a cero en el primer tiempo.

En el comienzo de la segunda etapa Boghossian marcó el descuento y la tranquilidad ya no era la misma, pero la contundencia con que defendió el Arse se sostuvo y permitió trasladar el nerviosismo a los locales. En base a esa solidez defensiva, la presión que ejerció el mediocampo, y la tenacidad de Jara en la delantera, consiguió volver al triunfo de visitante.

Un triunfo que para Newell´s es un golpe durísimo y que Arsenal debe tomarlo como envión para intentar sumar de a tres en las dos fechas que restan de este Apertura.