| 04.04.2004 |
Cl 2004 | Fecha 08 |Arsenal 0 - Quilmes 0

De ensueño

Arsenal no quiso, Quilmes tampoco y el partido fue soporífero: se prestaron la pelota, metieron pero ni se acercaron a los arcos.


Por Diario Deportivo Olé

Si el derechazo de Juan Fernández, pasados los 41 minutos de partido, es el primer acercamiento de Arsenal al arco de Pontiroli, algo no está bien. Si Benítez queda solo delante de Limia y cabecea afuera en la más seria de Quilmes, algo está fallando. Si Burruchaga se anima y mete a Christian Gómez para jugar con enganche la última media hora pero saca a Vilallonga, uno de sus delanteros, la audacia se diluye. Si Gustavo Alfaro hace debutar a Diego Torres —delantero y muy ovacionado por la gente de Quilmes— pero el pibe desafina y es amonestado por un patadón a los 50 segundos de haber entrado, la idea no se cristaliza. Si los hinchas de Arsenal y Quilmes salen insultando y chiflando a sus equipos, sí: el 0-0 les quedó enorme.

La necesidad de sumar es común a todos los equipos, se sabe. Y mucho más para aquellos que miran bastante seguido la tabla de los promedios. Hasta ahí todo bien, ya que para Arsenal y Quilmes todo punto es bienvenido. Pero lo que no se entiende es cómo no lograron siquiera armar una jugada decente de peligro. El 4-4-2 con que ambos se pararon tuvo mucho que ver. No se puede negar. La sobrepoblación del mediocampo fue el principio del fin para el partido y para los delanteros, quienes quedaron aislados permanentemente. Sólo Carrario, con esa habilitación a Benítez, logró meterse en juego. Del resto ni noticias. O sí, pero únicamente cuando se fueron reemplazados.

Con movimientos lentos y haciendo sombra como si se tratara de un entrenamiento, el partido jamás terminó de armarse. Todo fue lucha, pases errados a dos metros, pelotazos a ninguna parte y puro aburrimiento. Apenas las ganas y la vergüenza de Braña sirvieron para no sentirse tan defraudado. Y eso sin ahondar demasiado en que lo del Chapu fue apretar los dientes, barrer y sacarla lo más lejos posible. Se esperaba mucho más de Benítez. Había antecedentes como para ilusionarse con un Juan Fernández desequilibrante. Se suponía que era la tarde para animarse y conseguir esos tres puntos que ante los grandes no siempre se sirven en bandeja. Pero no.

Desde el banco tampoco llegaron las soluciones. Tras el 0-5 de la última fecha ante River, Burruchaga se quedó callado y siguió haciendo cambios para no cambiar nada: delantero por delantero (Romero por Calderón) y volante por volante (Quinteros por Hirsig). Mientras que Alfaro arriesgó un poquito con Ceballos, pero enseguida reculó. Así, el empate llegó solito. ¿Un empate de ensueño? Y... de sueño, sólo de sueño.


Arsenal 0: Limia, Gandolfi, Ruiz, Manrique, Bustamante, González, Fernández, Esmerado, Hirsig, Vilallonga y Calderón. DT: Burruchaga

Quilmes 0: Pontiroli, Gerlo, Alayes, Herbella, Pagés, Benitez, Braña, Zanabria, Garnier, Carrario y López. DT: Alfaro

GOLES: No hubo.
CAMBIOS: Gomez x Vilallonga (A), Ceballos X Carrario (Q), Torres x Garnier (Q), Romero x Calderón (A), Trullet x Benítez (Q), Quinteros x Hirsig (A).
AMONESTADOS: Manrique (A), Torres (Q), Esmerado (A) y Quinteros (A)
EXPULSADOS: No hubo.
ESTADIO: Racing (local Arsenal).
ARBITRO: Gabriel Favale.