En un encuentro friccionado y con polémicas, Arsenal cayó frente a San Lorenzo y perdió posiciones en la lucha por el primer puesto.

Durante los primeros minutos, Carbonero tomó la conducción del equipo de Alfaro y generó las dos jugadas más claras de Arsenal, una habilitando a Leguizamón y la otra a Zelaya.

Con los minutos el local se afianzó y cuando lo tuvo no perdonó. Tras un desborde por la izquierda aparecería Salgueiro cabeceando con comodidad en el centro del área para marcar el uno a cero.

Arsenal insinuó un cambió de actitud hacia le final de la etapa inicial y durante el comienzo del complemento, logrando arrinconar al equipo de Caruso mediante pelotas paradas.

El partido estaba abierto, hasta que una jugada haría cambiar el ánimo del partido.  En una de las tantas malas decisiones de Vigliano, Campestrini entraría en una discusión con los suplentes y preparador físico de San Lorenzo que enfriaría  el partido cuando parecía que Viaducto aún se mantenía cerca del empate.

Con un clima raro y protestas de todos lados hacia el árbitro, Carbonero se iría expulsado en la siguiente jugada por un codazo que parecía no ser intencional.

A pesar de las intenciones de Arsenal por empatar, jugó muy lejos de Migliore y abusó de los pelotazos. Cerca del final, San Lorenzo aprovechó las ventajas que brindaban los de Sarandí buscando el empate y de contragolpe liquidó el partido.

Se esperaba un cambio con los regresos de Carbonero y Leguizamón pero no fue suficiente para volver al triunfo, y así, se alejó de la lucha de arriba.