Boca sabia que ganando quedaba solo en la punta, pero para esto debía superar un duro rival: Arsenal, que venia de derrotarlo en las ultimas tres oportunidades.

En el primer tiempo el conjunto boquense estuvo bien controlado por los de López, que con un planteo retrasado y ordenado, proponía inmovilizar al local y tratar de sorprenderlo con alguna llegada de contragolpe.

La imagen de la primer mitad fue buena. Hirsig tomó la manija del equipo, y encabezaba los ataques. La defensa estaba bien parada, y con la ayuda de los mediocampistas deshacían todos los intentos ofensivos de los dirigidos por Basile. Los bajos rendimientos de Silvio González y Rodrigo Mannara, fueron los puntos mas flojos del visitante, quien con un poco mas de audacia podría haberse ido en ventaja al entretiempo.

Antes del final de esta parte, Lux debió salir tras un choque de cabezas, que lo dejó inconsciente algunos minutos. Afortunadamente se recuperó luego, aunque quedó en observación hasta el día siguiente.

Lamentablemente la segunda mitad fue completamente distinta. Boca salió decidido a alcanzar la punta, y Arsenal no pudo mantener el ritmo con el que marcó en la primer etapa.

Hirsig fue desapareciendo con el correr de los minutos, el pulpo nunca llegó a aparecer, y de esta manera Arsenal fue acorralándose en su propio campo. Los errores comenzaron a ser moneda corriente en los pies de los de celeste y rojo, y los jugadores de Boca cada vez se acercaban mas a Nacho González.

Finalmente sucedió lo que se preveía, Boca consiguió la ventaja, que fue mínima, pero podría haber sido mas amplia si no fuera por la intervención del arquero Nacho González.

Boca se lo propuso y barrio el mezquino planteo de Arsenal. Si el Arse hubiera podido mantener las fuerzas y la concentración de la primer etapa, quizás podría haberse llevado aunque sea un punto. Arsenal aguantó hasta donde pudo, pero ante un mínimo descuido Boca se puso al frente.

Aquí Arsenal intentó salir un poco de su campo, pero esto solo generó mas situaciones para Boca, pero no para el Viaducto. Los problemas con los que se encuentra el equipo cuando tiene que generar un ataque son preocupantes. Mas allá de este partido, que fue contra un rival de gran jerarquía, el Arse no puede hilvanar jugadas en ofensiva, y esto es lo que no le permite derrotar a rivales de su mismo nivel.

Ahora viene Central en nuestro estadio, esos partidos son los que el equipo debe aprender a resolver. Necesitamos volver a ser fuertes en nuestro estadio, y esa será una de las principales cuestiones a resolver por el nuevo cuerpo técnico.

Figurita repetida. Esa es la imagen con la que se encuentra la gente que renueva las expectativas cada vez que se acerca al Nuevo Viaducto a ver al Arse, pero siempre termina viendo un equipo que le pesa la condición de local.

En los últimos años Arsenal supo aprovechar su condición de localía, aun cuando le tocó hacerlo en estadios prestados, mientras se construía el propio. Pero tan lejos quedó esa virtud, que más de uno pensará en jugar todos los partidos fuera de casa.

El sábado el zurdo López debutó en el banco, lugar del que casi no salio en todo el partido, sólo cuando los minutos se estaban acabando. El cambio de técnico no mostró ninguna mejora en la cancha, Arsenal volvió a enredarse en su propia red, al no tener enfrente a un equipo que salga a atacarle.

Arsenal salió motivado al comienzo, pero la intención apenas le duró unos minutos. Finalmente, una de las pocas del primer tiempo (y la más clara) la tuvo Olimpo, que perdió el gol tres veces seguidas sobre la línea.

En la segunda mitad Arsenal tuvo un poco mas la pelota, pero sin ideas. La defensa se muestra muy segura y afianzada, pero las ventajas las otorga en el medio, donde Lux está muy impreciso, y en la delantera, donde Ríos volvió a ser el mas impreciso y el Pulpo se dedicó mas a luchar que a jugar. Para el asombro de todos, el nuevo Dt ni siquiera concentró a Franco Caraccio, la figura de los últimos partidos.

Arsenal se acostumbró a esperar al rival, y dañarlo cuando este se descuida, por eso le resulta tan difícil vencer a rivales que no tienen la intención de atacar con gran número de jugadores.

El nuevo técnico deberá replantear la actitud del equipo a la hora de atacar, ya que no tiene criterio para hacerlo frente a una defensa bien parada. También deberá analizar si el esquema es el adecuado para enfrentar a equipos del nivel de Olimpo, que no salen con la intención de buscar los tres puntos... y así por lo menos intentar dar un mejor espectáculo a la gente que se acerca al Julio Humberto Grondona.

La cuarta fue la vencida, esta vez pudimos vencer a Independiente en su estadio. Y quizás se dio en el momento menos pensado, con un equipo golpeado y de la mano del interinato de De Luise.

El primer tiempo volvió a ser bueno. Arsenal jugó como lo había hecho con Vélez y Estudiantes. Si bien no se acercaba demasiado al arco contrario, el orden que proponía hacia equivocar reiteradamente a su rival en los intentos de ataque.

De esta manera Arsenal lo tuvo en los pies de Llama y Hirsig, dos oportunidades muy claras, pero que no pudieron marcar la ventaja. El descanso esta vez fue diferente, porque el equipo guardaba aun una mejor imagen para la siguiente mitad.

El Arse siguió con el orden del primer tiempo, pero además consiguió corregir un error que había cometido durante el primer tiempo: las fallas en la definición. Luego de un corner, Patricio González la tocó de taco en el primer palo, y Hirsig, por detrás, convirtió de palomita.

Ahora, en ventaja, era cuestión de mantener el orden y tratar de liquidarlo de contra. Para esto fue fundamental la figura de Llama, que con su velocidad advirtió en varios ataques, y terminó siendo fundamental en el segundo gol, tras recuperar una pelota cerca del corner, y enviando un centro a la cabeza del recién ingresado Caffa, quien definió el partido con un frentazo cruzado.

Los minutos restantes sirvieron sólo para que Independiente mostrara su falta de ideas, y los jugadores fueran insultados por sus hinchas. Para Arsenal, la victoria marcaba el final de esta etapa de transición con De Luise, acumulando un empate, una derrota y esta victoria. El lunes marcará el comienzo de una nueva era, y con este triunfo los ánimos para afrontarla seguramente serán los mejores.

El orden del partido frente a Vélez parecía seguir reinando en el plantel de Arsenal, al menos durante la primer etapa del encuentro frente a Estudiantes. Los jugadores volvieron a salir con muchas ganas, corriendo todas las pelotas como si fueran las ultimas, aunque esta vez con un planteo un poco más cercano al arco rival.

Rápidamente el celeste y rojo se puso en ventaja, gracias a un error de Herrera tras un remate de Piriz Alvez. Pero esa ventaja duro apenas cinco minutos. El equipo se acercó demasiado a Nacho González (de flojo debut) y permitió que Estudiantes consiguiera el empate.

Durante el resto de la primer a mitad el partido fue parejo, pero Arsenal fue perdiendo de a poco esa garra con la que había salido. En el segundo tiempo Estudiantes golpeo demasiado rápido, y se puso en ventaja, algo que le duele tanto a este Arsenal.

Aquí se vio la falta de ideas del equipo, y también la falta de resto físico. Arsenal ya no pudo ser el del primer tiempo, aunque fue con todo a buscar el empate. Lamentablemente no estuvo ni cerca de conseguirlo, y fue Estudiantes el que de contra lo pudo liquidar varias veces.

Se puede destacar la actitud con la que salió el equipo, y trato de mantenerla durante el primer tiempo. Lo preocupante es la cantidad de derrotas de local que acumula Arsenal en el último año, y la misión imposible con las que se enfrenta cada vez que queda en desventaja en el marcador.

Este equipo necesita un técnico con carácter que acomode bien las piezas, y tome las decisiones que sean necesarias. Da la impresión que para este final de torneo no se puede pedir demasiado, sólo que el equipo ponga como se debe y trate de sumar puntos aunque sea de local... el descenso que se vio tan lejano durante años, cada vez nos mira mas de cerca.